La Comunidad Judía Iberoamericana condena el terrible asesinato de Charlie Kirk, un ser humano, ejemplar, luchador con nobleza por los valores de la democracia y aliado incansable del pueblo judío.
Este crimen no es un hecho aislado, es la consecuencia directa de un clima envenenado por la polarización, la violencia y el discurso de odio que hoy amenazan a la convivencia democrática y la estabilidad de nuestras naciones.
Este acto exhibe la profunda decadencia moral de una sociedad que ha permitido que el odio sea legitimado como argumento político.
Los medios de comunicación y las redes sociales sin control , movidas por intereses conocidos y oscuros, son en gran medida, los responsables de estos eventos , al distorsionar realidades, al generar nuevas narrativas, y al implantar posiciones que benefician a unos pocos.
No basta con señalar, exigimos que rindan cuentas por el impacto letal de sus mensajes y que dejen de escudarse en una libertad de expresión inmoral y amañada.
La memoria de Charlie Kirk nos obliga a levantar la voz con más fuerza: ¡no callaremos, no cederemos y no dejaremos que el silencio sea cómplice!
Hoy nos solidarizamos con el pueblo norteamericano, ante esta tragedia, y con los familiares de Charlie Kirk anhelando, porque estos hechos no ocurran nunca jamás.